La Rural abrió sus puertas: El campo volvió a la Ciudad

Este jueves quedó inaugurada la 136° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional en el Predio Ferial de Palermo. Con la tradicional ceremonia de apertura, comenzó uno de los eventos más emblemáticos de Buenos Aires, una cita que durante diez días tenderá un puente entre el campo y la ciudad, y que tiene un profundo impacto cultural, económico y logístico en el barrio.

El inconfundible sonido de una vaca mugiendo, mezclado con el murmullo del tránsito de la Avenida Sarmiento, es la postal sonora que desde este jueves define a la zona de Plaza Italia. La Rural abrió sus puertas y, con ella, una de las tradiciones más arraigadas del calendario porteño. La 136° edición de la Exposición Rural ya está en marcha, y Palermo se prepara para recibir a cientos de miles de visitantes que, hasta el 28 de julio, recorrerán sus pabellones para tomar contacto directo con el motor productivo del país. La feria es mucho más que una exhibición de animales y maquinaria; es un fenómeno social, un clásico paseo de vacaciones de invierno y un escenario de alto voltaje político.

Para el público familiar, La Rural es una cita ineludible. Coincidiendo con el receso escolar, se convierte en un plan educativo y de entretenimiento de día completo. Los pabellones de animales son la principal atracción. Los niños de la ciudad tienen la oportunidad única de ver de cerca a los imponentes toros de las razas más premiadas, a las ovejas con sus vellones de lana, a los caballos criollos y a una infinidad de aves de corral. Las pistas de jura, donde los mejores ejemplares desfilan para ser evaluados, y las demostraciones de destreza, como las de los perros pastores o las de la Escuadra Azul, congregan a multitudes. “Venimos todos los años con los chicos. Es la única oportunidad que tienen de ver una vaca de verdad. Les encanta, aprenden y pasan el día al aire libre. Es una tradición que heredé de mi papá”, explica un visitante mientras recorre el predio.

Pero La Rural es también un gigantesco centro de negocios. Es la principal vidriera del sector agroindustrial, donde se presentan las últimas innovaciones en maquinaria agrícola, tecnología de siembra, genética animal y productos regionales. En sus stands, productores, empresarios y proveedores de todo el país se dan cita para cerrar acuerdos comerciales que definirán la próxima campaña. Este año, en un contexto de cambios en la política económica, la exposición adquiere una relevancia especial. Se espera la visita de altos funcionarios del gobierno y referentes de la oposición, y los discursos de las autoridades de la Sociedad Rural Argentina son seguidos con atención por todo el arco político, ya que suelen marcar la temperatura de la relación entre el campo y el poder de turno.

Para el barrio de Palermo, el evento significa un impacto logístico y económico de gran magnitud. El tránsito en las avenidas Santa Fe, Sarmiento y Libertador se vuelve más denso, y encontrar lugar para estacionar es una tarea casi imposible. El transporte público, en especial la Línea D del subte, ve un aumento considerable de pasajeros. A su vez, los restaurantes, cafés y comercios de la zona se benefician del enorme flujo de visitantes, que a menudo completan su paseo por la feria con una comida o una compra en el barrio. Durante los próximos diez días, Palermo será el anfitrión de esta simbiosis única entre la Argentina rural y la urbana, un encuentro que define gran parte de la identidad y la economía del país.