Las librerías y supermercados adelantan la temporada escolar

Aunque aún falta un mes para el inicio de las clases, la temporada de la “Vuelta al Cole” ya ha comenzado en los comercios de Palermo. Las grandes cadenas de supermercados y las librerías del barrio han comenzado a desplegar sus góndolas con útiles, mochilas y uniformes, en una estrategia que busca tentar a los padres más previsores para que adelanten las compras.

Las reposeras y las sombrillas de playa todavía no se han guardado, pero en los pasillos de los supermercados y en las vidrieras de las librerías de Palermo, el paisaje ya es otro. Cuadernos, lápices de colores, mochilas con los personajes de moda y guardapolvos blancos han comenzado a ocupar un lugar central, anunciando de manera anticipada el inicio de la campaña comercial más importante para las familias después de la Navidad: la “Vuelta al Cole”. Esta estrategia de adelantamiento, que se ha consolidado en los últimos años, responde a la necesidad de los comercios de traccionar ventas en meses de bajo consumo y a la búsqueda de los padres de esquivar los aumentos de precios y las aglomeraciones de último momento.

Para las grandes cadenas de supermercados, la campaña escolar es una oportunidad para atraer un flujo masivo de clientes. Su estrategia se basa en la concentración de la oferta: en un mismo lugar, los padres pueden encontrar desde la cartuchera y los cuadernos hasta los uniformes y el calzado escolar. Lanzan ofertas agresivas, como “3×2” en ciertos productos, y fuertes descuentos con las tarjetas de crédito de los bancos asociados. “La gente ya está empezando a mirar precios. Todavía no es la compra grande, pero muchos aprovechan para llevarse las cosas más caras, como las mochilas, o para stockearse de cuadernos y repuestos de hojas con las ofertas”, explica el repositor de un hipermercado de la zona.

Las librerías tradicionales del barrio, por su parte, compiten ofreciendo una atención más personalizada y una mayor variedad de marcas y calidades. Si bien no pueden competir con los volúmenes de los hipermercados, su fortaleza radica en el conocimiento del producto y en el asesoramiento. Muchos padres se acercan con la lista completa de útiles del colegio, y el librero se convierte en un aliado fundamental para encontrar cada uno de los ítems requeridos. “Trabajamos con todas las editoriales y marcas que piden los colegios de la zona. Los padres valoran que acá pueden conseguir todo lo de la lista, sin tener que recorrer diez lugares distintos”, comenta el dueño de una librería sobre la Avenida Scalabrini Ortiz.

Detrás de esta movida comercial, está la preocupación de las familias por el impacto de la “canasta escolar” en el presupuesto. Cada año, la compra de útiles, libros y uniformes representa un esfuerzo económico significativo. Adelantar las compras es una estrategia para intentar ganarle a la inflación y para poder distribuir el gasto en varios meses, aprovechando las cuotas que ofrecen las tarjetas de crédito. Este año, con la incertidumbre económica como telón de fondo, se espera que la planificación sea aún más exhaustiva. La “Vuelta al Cole” ha dejado de ser una cuestión de los últimos días de febrero para convertirse en un evento que se extiende durante casi dos meses, transformando el paisaje comercial de Palermo desde el corazón mismo del verano.