Carnaval Porteño en Palermo: Murgas, color y tradición en las calles del barrio

Las calles del barrio se convirtieron en pasarelas de celebración donde las murgas locales desplegaron todo su arte y energía, reafirmando una tradición barrial que sigue más viva que nunca.

Desde la tarde del sábado 11 hasta la noche del domingo 12, cientos de vecinos y vecinas se acercaron con familia, amigos y mate en mano para disfrutar de una experiencia cultural que combina música, danza, vestuario y sátira social. Las agrupaciones murguistas desfilaron con sus trajes brillantes, galeras decoradas, redoblantes vibrantes y movimientos sincronizados que contagiaron entusiasmo a grandes y chicos.

Los festejos se desarrollaron principalmente sobre la Av. Scalabrini Ortiz, donde se montaron escenarios móviles, tribunas para el público y un importante operativo de seguridad y control de tránsito. Participaron murgas emblemáticas como “Los Calaveras de Palermo”, “Los Chiflados de Colegiales” y “Los Amantes de La Boca”, que presentaron repertorios renovados, coreografías ensayadas durante meses y canciones con letras que ironizaban sobre la actualidad política y social.

Además de los desfiles, se ofrecieron espacios con actividades lúdicas para niñas y niños, talleres de maquillaje artístico, puestos de comida, hidratación gratuita y shows para toda la familia. El ambiente fue festivo, inclusivo y sin incidentes, lo que permitió disfrutar del carnaval en un clima de respeto y diversidad.

Una de las características más destacadas del carnaval de este año fue la incorporación de un espacio de diversidad, donde distintas organizaciones sociales visibilizaron luchas vinculadas a la inclusión y la igualdad. También se sumó un sector de economía popular donde cooperativas y emprendimientos barriales ofrecieron productos de elaboración propia, generando una feria comunitaria dentro del mismo evento.

Por otra parte, se dispusieron pantallas para proyectar imágenes históricas del carnaval en Buenos Aires, lo que permitió contextualizar la tradición dentro de la historia de los barrios. Palermo, en ese sentido, fue siempre uno de los epicentros culturales y festivos de la ciudad, y la recuperación del carnaval en sus calles no hizo más que confirmar esa identidad.

La participación del público fue clave. Familias enteras, adolescentes, turistas y vecinos de toda la Comuna 14 se hicieron presentes para bailar al ritmo de bombos y platillos, sacarse fotos con los trajes multicolores y aplaudir a cada agrupación como si fuese la última. Fue una verdadera fiesta colectiva.

El Carnaval Porteño es organizado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y busca recuperar la esencia barrial de esta fiesta popular. Palermo, por su tradición cultural, su accesibilidad y su diversidad de público, se consolidó como uno de los puntos fuertes del calendario carnavalero.