Fiestas Mayas 10K: la carrera que une running y patria en Palermo

Cada 25 de mayo, mientras en gran parte del país se celebra con chocolate caliente y pastelitos, Palermo vive una fiesta diferente. Desde hace décadas, en el barrio más verde de la ciudad, miles de personas eligen homenajear la fecha patria corriendo. La Carrera Fiestas Mayas 10K ya es una tradición porteña, un evento que combina deporte, historia y comunidad.

Esta competencia reúne a atletas de elite, corredores amateurs, grupos de running y familias enteras que se suman para disfrutar de un evento que tiene tanto de celebración como de desafío físico. Aunque la carrera se realiza el 25 de mayo, en los días previos el barrio se transforma: se multiplican los entrenamientos, se ajustan los cronogramas de los clubes deportivos, se retiran los kits y se alistan los cronómetros.

El circuito es uno de los más atractivos de la ciudad. La largada se ubica tradicionalmente en la intersección de Figueroa Alcorta y Monroe, y desde allí los corredores atraviesan los bosques de Palermo, bordean el Rosedal, pasan por el lago, los museos, el Planetario, la zona de golf y otros puntos emblemáticos del barrio. Es un recorrido llano y rápido, ideal para quienes buscan mejorar sus marcas, pero también disfrutable para quienes corren por puro placer.

Una de las particularidades de esta carrera es su clima festivo. A lo largo del trayecto se ubican espectadores, familias y grupos de animación que alientan con carteles, bombos, redoblantes y palabras de aliento. Algunos corredores corren con cintas patrias, disfraces o camisetas alusivas. La llegada, en medio de aplausos y medallas, se convierte en un momento colectivo de alegría y celebración.

En la edición de 2023, la carrera volvió a convocar a una multitud. Según los organizadores, más de 9.000 personas participaron, consolidando a las Fiestas Mayas 10K como una de las pruebas más convocantes del país. También participaron figuras del atletismo argentino y corredores de países vecinos. La logística, la hidratación, la seguridad y la animación fueron parte del operativo montado para asegurar una experiencia de calidad para todos los participantes.

Pero más allá de los números, la Carrera de las Fiestas Mayas tiene un significado que va más allá de lo deportivo. Representa un ritual colectivo en una ciudad que muchas veces corre sin pausa, pero que en fechas como esta encuentra motivos para celebrar lo compartido. En cada zancada, hay una mezcla de historia, salud, encuentro y pertenencia.

Palermo, con sus calles arboladas y su infraestructura ideal para el deporte al aire libre, vuelve a consolidarse como el gran estadio natural de la ciudad. No solo aloja a los runners cada fin de semana, sino que es sede de las pruebas más importantes del calendario atlético. La Fiestas Mayas 10K es, en ese sentido, mucho más que una competencia: es una marca registrada del barrio.

La carrera también genera un movimiento económico notable en la zona. Bares, restaurantes y comercios reciben una gran afluencia de público, tanto en la previa como después del evento. Muchos grupos de corredores organizan desayunos o almuerzos pos-carrera en locales del barrio, y la plaza República del Perú, el Parque Tres de Febrero y otros espacios funcionan como puntos de encuentro para estirar, relajarse y compartir la experiencia.

La edición de este año volvió a dejar claro que el running, en Buenos Aires, tiene su corazón en Palermo. Y que cada 25 de mayo, entre el sonido de los pasos, los aplausos del público y el olor a árboles húmedos del otoño, se celebra una forma distinta de vivir la patria: en movimiento, con alegría y entre vecinos.