La Ciudad impulsa la construcción de “calles verdes” para mejorar el espacio público en distintos barrios

La Ciudad de Buenos Aires sigue apostando por la mejora de su espacio público y la sustentabilidad con el impulso a la construcción de “calles verdes”. El Gobierno porteño anuncia un plan que busca transformar arterias urbanas en corredores más amigables con el medio ambiente, incorporando vegetación, superficies permeables y mobiliario urbano que fomente el disfrute y la vida al aire libre. La iniciativa busca generar un impacto positivo en la calidad de vida de los vecinos.

Las “calles verdes” son un concepto de urbanismo que busca integrar la naturaleza en el diseño de las vías públicas, y se diferencian de las veredas tradicionales por su énfasis en elementos naturales y sostenibles. Implican la creación de más espacios verdes, como canteros con plantas nativas y árboles de sombra, que contribuyen a la absorción del agua de lluvia y a la reducción de la temperatura ambiente. También se incorporan materiales permeables en veredas y calzadas (como adoquines porosos o superficies drenantes) que permiten que el agua se filtre al subsuelo, evitando inundaciones y recargando las napas freáticas, un aspecto crucial en una ciudad que enfrenta desafíos hídricos. Además, se busca mejorar la accesibilidad peatonal y ciclista, con veredas más amplias, rampas y ciclovías integradas, fomentando la movilidad sustentable y segura para todos.

El plan de construcción de “calles verdes” se implementará de forma gradual en distintos barrios de la Ciudad, priorizando aquellos con mayor densidad de población, déficit de espacios verdes o problemas recurrentes de inundaciones. La selección de las calles se basa en criterios técnicos y de impacto comunitario. Se busca transformar arterias que hoy son predominantemente de cemento y asfalto en espacios más agradables, frescos y funcionales para el disfrute de la comunidad. Estas intervenciones no solo tienen un impacto ambiental, sino que también pueden revitalizar la actividad comercial local al crear entornos más atractivos para caminar y permanecer.

La iniciativa busca múltiples beneficios para la Ciudad en su conjunto. Contribuye de manera directa a la adaptación al cambio climático, al reducir el efecto “isla de calor” (las ciudades son más cálidas que sus alrededores) y mitigar los efectos de las inundaciones repentinas. Mejora la calidad del aire al aumentar la presencia de árboles y plantas. Fomenta la salud y el bienestar de los vecinos al promover la actividad física al aire libre. Y embellece significativamente el paisaje urbano, generando entornos más atractivos, placenteros y, en última instancia, más habitables para todos.

Buenos Aires avanza en su compromiso con la sustentabilidad y la mejora de su espacio público. El impulso a la construcción de “calles verdes” es una muestra de que la Ciudad busca transformarse en un entorno más verde, más amigable y más resiliente frente a los desafíos ambientales del siglo XXI. La iniciativa invita a los vecinos a disfrutar de estos nuevos corredores urbanos y a ser parte de una ciudad que apuesta por la naturaleza en su corazón, proyectando un futuro más sostenible para las próximas generaciones.