Actualidad y Comunidad
Puente cerrado, obras ausentes: el cruce de Ciudad de la Paz sigue abandonado

Hace ya un año que el puente ferroviario de la calle Ciudad de la Paz permanece cerrado. Quienes transitan entre Palermo y Colegiales lo saben bien: donde antes había una conexión directa, hoy hay un acceso clausurado, rodeado de vallas oxidadas, basura acumulada y un paisaje cada vez más deteriorado. La estructura, que cruza las vías del tren Mitre, fue clausurada en enero de 2022 para realizar tareas de mantenimiento, pero las obras nunca comenzaron.
Vecinos de ambas comunas, comerciantes de la zona y usuarios habituales del paso expresaron nuevamente su malestar. A lo largo de 2022 hubo promesas de reactivación, anuncios sin fechas y algunas visitas técnicas, pero lo cierto es que el puente sigue intransitable. La falta de mantenimiento no solo representa un problema para la movilidad, sino también una preocupación creciente por la seguridad. Las barandas flojas, el vallado improvisado y la falta de iluminación convierten al espacio en un punto crítico al caer la tarde.
Del lado de Palermo, sobre la calle Arévalo, la situación es más visible: comerciantes denuncian que la circulación de clientes disminuyó, especialmente los fines de semana. “Antes la gente cruzaba caminando, se quedaba a tomar algo, pasaba de casualidad. Ahora directamente evita la zona”, cuenta Mariana, dueña de una cervecería a metros del puente. Los deliverys también lo sienten: deben hacer un rodeo innecesario para conectar dos cuadras que están a menos de cien metros de distancia.
El reclamo vecinal apunta principalmente a la falta de información oficial. Las vallas que rodean la estructura no tienen cartelería visible. No hay fechas, planos, ni explicaciones. La obra aparece mencionada en algunos planes de mejoramiento urbano, pero sin cronograma concreto. Mientras tanto, proliferan los focos de suciedad, los residuos acumulados y —según denuncias— algunos intentos de ocupación.
Algunos vecinos propusieron, incluso, organizar una intervención comunitaria: pintar el vallado, limpiar la zona y colocar carteles que expliquen la situación. “Queremos visibilizar que esto no es solo un paso cerrado. Es una promesa incumplida que impacta en la vida diaria del barrio”, dicen desde un grupo barrial de Palermo Hollywood. Por ahora, la única respuesta visible es el silencio.
El cruce de Ciudad de la Paz —antes una vía cómoda y directa para conectar barrios— se convirtió en una postal del abandono urbano. Y el reclamo, lejos de apagarse, suma voces cada semana.
