Últimos cupos para los 21k de Buenos Aires: la media maratón más grande de Sudamérica

A poco más de dos semanas, la ansiedad crece en la comunidad runner, que se prepara para el evento de calle más convocante del hemisferio sur, una carrera que tiene su epicentro y su alma en el barrio de Palermo.

La cuenta regresiva ha entrado en su fase más crítica. Para los miles de corredores que tienen marcado en su calendario el domingo 24 de agosto a las 8 am, son los últimos días de entrenamiento intenso y preparación mental. Para los que aún dudaban, es la última llamada. La Asociación Civil Carreras y Maratones Ñandú, organizadora de la Media Maratón de Buenos Aires, confirmó esta semana que las inscripciones están a punto de agotarse, un testimonio de la increíble popularidad de una carrera que cada año convoca a más de 25.000 personas y que se ha consolidado como un evento de calibre internacional. El epicentro de toda esta energía, desde la largada hasta la llegada, será, una vez más, el corazón de los bosques de Palermo.

Correr los 21k de Buenos Aires es mucho más que participar en una carrera; es ser parte de un fenómeno. Es la media maratón más grande de Sudamérica y una de las más prestigiosas del mundo, reconocida con la etiqueta “Label Race” por la federación World Athletics. Este sello garantiza los más altos estándares de organización, seguridad y calidad del circuito, atrayendo a una elite de corredores internacionales, que llegan a Buenos Aires en busca de récords sudamericanos y marcas que los clasifiquen para los grandes eventos globales. Su presencia eleva el nivel de la competencia y ofrece al público local el espectáculo de ver a los mejores del mundo en acción.

El circuito es una de las grandes estrellas del evento. Pero el alma de la carrera reside en el pelotón de los miles de corredores aficionados. Cada uno de ellos llega a la línea de largada con una historia personal de esfuerzo y dedicación. Están los miembros de los “running teams” que tienen a Palermo como su lugar de entrenamiento diario y que viven la carrera como una celebración de su comunidad. Están los que debutan en la distancia, enfrentando con nervios y emoción el mayor desafío físico de sus vidas. Y están los corredores experimentados que buscan romper su propia barrera de tiempo, ya sea bajar la hora y media o simplemente mejorar su marca anterior. “Entrenamos todo el invierno en los bosques para esta carrera. Es nuestro gran objetivo del año. El circuito lo conocemos de memoria, pero correrlo con 25.000 personas más es una energía única, te lleva en andas”, comenta el entrenador de uno de los tantos grupos de corredores que se preparan en la zona.

Con los últimos cupos a la venta, la expectativa es máxima. Palermo se prepara para un fin de semana en el que será el epicentro absoluto del deporte y la vida sana, desde la Expo Maratón donde se retiran los kits hasta el domingo de la carrera. Será una nueva fiesta del running que reafirmará la pasión de una ciudad por correr y el rol del barrio como su inmejorable estadio natural.