Caos en Palermo: una fuga de gas en las obras del Metrobús provoca cortes y demoras que se extienden por tercer día

Este viernes, el tránsito en uno de los principales corredores de Palermo continúa cortado, mientras los equipos de Metrogas realizan una compleja reparación y los vecinos lidian con las consecuencias.

Lo que comenzó con el estruendo de una explosión y un silbido ensordecedor en la mañana del miércoles, se ha convertido en una pesadilla logística que ya lleva tres días paralizando una de las arterias más importantes de Palermo. La masiva fuga de gas, provocada por la rotura accidental de un caño de media presión durante las obras de repavimentación del Metrobús, sigue generando este viernes importantes complicaciones en la avenida Juan B. Justo, con cortes de tránsito que se extienden desde la avenida Santa Fe hasta Guatemala y un operativo de reparación que, según las autoridades, se prolongará durante todo el fin de semana.

El origen del incidente fue un error humano en el marco de una obra de gran envergadura. El miércoles, cerca de las 9:30 de la mañana, una máquina retroexcavadora que trabajaba en la remoción del asfalto viejo del Metrobús perforó con su pala un caño maestro de acero en la intersección de Juan B. Justo y Paraguay. La presión del gas liberado fue tan intensa que generó una columna audible y visible a varias cuadras a la redonda, provocando una inmediata alarma en una zona de alta densidad, a metros del Sanatorio de Los Arcos y del shopping Distrito Arcos. El intenso olor a gas se esparció rápidamente, obligando a un masivo despliegue de los servicios de emergencia.

Bomberos de la Ciudad, personal del SAME, Defensa Civil y la Policía de la Ciudad establecieron un perímetro de seguridad, evacuando preventivamente algunos inmuebles linderos y cortando el tránsito vehicular y peatonal. La primera tarea de los bomberos fue rociar la zona con agua pulverizada para disipar la nube de gas y reducir el riesgo de una deflagración. Mientras tanto, las cuadrillas de emergencia de Metrogas iniciaron la compleja tarea de controlar la fuga. El trabajo consistió en “prensar” el caño de acero, es decir, obturarlo con prensas hidráulicas metros antes y después de la rotura para cortar el flujo de gas, una maniobra delicada que demandó varias horas.

Si bien la fuga principal fue controlada el mismo miércoles, la reparación definitiva es una obra de alta complejidad. Desde Metrogas explicaron que el caño dañado se encuentra “encamisado” (dentro de otro tubo) y pasa por encima del entubamiento del arroyo Maldonado, lo que obliga a los operarios a trabajar con extrema precaución. Durante este viernes, los equipos continuaban con el corte del tramo dañado y la preparación para soldar las nuevas piezas, tareas que mantendrán el corte total de la avenida.

Para los vecinos y comerciantes, han sido 48 horas de enormes trastornos. El Sanatorio de Los Arcos debió reprogramar cirugías y limitar la atención por guardia, aunque no fue evacuado. Muchos locales comerciales de la zona decidieron cerrar sus puertas el miércoles por precaución. Pero la consecuencia más extendida es el caos de tránsito. El corte de Juan B. Justo, una vía crucial para más de diez líneas de colectivo y miles de vehículos particulares, ha generado embotellamientos que se irradian a todo el barrio. Las líneas 34 y 166, que utilizan el Metrobús en toda su extensión, deben realizar desvíos por calles internas que no están preparadas para semejante caudal, provocando demoras y el malestar de los pasajeros. La situación expone la fragilidad de la infraestructura urbana y reabre el debate sobre la coordinación entre las empresas contratistas de obras públicas y las compañías de servicios para evitar este tipo de incidentes.