Recorridos y Experiencias
Recorrer los Bosques de Palermo: una pausa verde en pleno verano porteño
Los Bosques de Palermo se convirtieron en el escenario perfecto para una pausa urbana: corredores, ciclistas, paseadores de perros, estudiantes de yoga y familias en busca de sombra se adueñaron del paisaje desde temprano.

Lejos del movimiento de los fines de semana, durante la semana el Parque 3 de Febrero ofrece una cara distinta: más silenciosa, más relajada. El Rosedal, en particular, recibió un flujo constante de vecinos que aprovecharon la mañana para caminar entre senderos floridos, leer bajo los árboles, o sentarse frente al lago con un mate. Las pérgolas en flor y los bancos frente a los puentes reflejaban la postal de un Palermo amable y calmo.
A lo largo de la Av. Figueroa Alcorta, se veían entrenamientos personales, grupos reducidos de runners y sesiones de fotografía amateur. El aire era más limpio que de costumbre y las fuentes del Jardín de los Poetas daban un respiro visual y sonoro.
En el circuito aeróbico, varios grupos de entrenamiento brindaban clases de elongación, funcional y yoga al aire libre, muchos de ellos gratuitos o a la gorra. La escena mostraba cómo el barrio también ofrece opciones de bienestar físico y mental, sin necesidad de trasladarse ni pagar membresías.
Uno de los espacios más concurridos fue el patio gastronómico improvisado sobre la calle Infanta Isabel, donde food trucks y cafés pequeños ofrecieron limonadas caseras, jugos fríos y opciones vegetarianas para acompañar la jornada. El ambiente era de calma, como una ciudad que por un rato se toma un recreo en medio del cemento.
