Actualidad y Comunidad
Día de la Memoria en Palermo: espacios culturales que mantuvieron viva la memoria
El 24 de marzo de 2023, al cumplirse 47 años del golpe militar de 1976, miles de personas marcharon hacia Plaza de Mayo.

Pero también, en distintos barrios, la memoria se activó desde lo cotidiano y cercano. En Palermo, uno de los barrios más vibrantes de la Ciudad de Buenos Aires, distintos espacios culturales se sumaron a la jornada con intervenciones, muestras y actividades abiertas a la comunidad.
Desde temprano, la Plaza Inmigrantes de Armenia fue uno de los puntos elegidos para comenzar la jornada de reflexión. Allí, organizaciones barriales instalaron un cartel de la memoria con fotos de desaparecidos vinculados al barrio, mientras músicos independientes ofrecieron un set acústico acompañado por lecturas de poemas de autores censurados durante la dictadura. Un grupo de docentes de escuelas de la zona preparó un taller participativo para familias con niños, donde a través de juegos se abordó la historia reciente de manera accesible.
En la misma línea, el Espacio Cultural La Perla del Once, con sede temporaria en Palermo, organizó una muestra fotográfica titulada “Ausencias Presentes”, con retratos intervenidos de detenidos-desaparecidos, muchos de ellos estudiantes universitarios. La muestra se complementó con un conversatorio que reunió a artistas, historiadores y referentes de derechos humanos. El tema central fue cómo reponer la memoria colectiva desde lo artístico y comunitario, sin caer en solemnidades que alejen a los más jóvenes.
También la Biblioteca Popular Ricardo Güiraldes propuso una jornada de lectura y encuentro. En su patio, vecinos y vecinas leyeron fragmentos de obras prohibidas durante el régimen militar y compartieron historias de resistencia cultural en tiempos de censura. “Lo que no nos dejaron decir en los 70, lo decimos hoy en voz alta y colectiva”, fue una de las frases pintadas en el mural que niños y adolescentes pintaron durante la jornada.
En varios murales de Palermo —como el ubicado en la calle Nicaragua y Aráoz— aparecieron nuevas intervenciones callejeras con la consigna “Memoria es presente”, acompañadas por pañuelos blancos pintados en el piso. También en Plaza Güemes se desarrollaron actividades espontáneas: vecinos con guitarras, palabras abiertas al micrófono, y una bandera larga que decía “Son 30.000 y están en cada barrio”.
Algunos bares culturales también se sumaron. En Vuela El Pez, sobre Córdoba y Julián Álvarez, hubo cine-debate con la proyección de “La Historia Oficial”, seguido de un intercambio entre el público. En Club Cultural Matienzo, se proyectaron cortos realizados por estudiantes secundarios sobre memorias familiares y construcción del relato histórico en clave generacional.
A lo largo del día, la consigna fue una: activar la memoria también desde lo barrial. Palermo mostró que no hace falta estar en el epicentro de la marcha para ejercer el recuerdo. Desde una lectura compartida, una foto recuperada o una pintura en la vereda, cada acción se vuelve parte de ese tejido que no olvida y que reafirma que el 24 de marzo no es una fecha más.
Los espacios verdes y culturales del barrio aportaron su sensibilidad, su infraestructura y sobre todo su gente para mantener viva la memoria en el corazón mismo de la ciudad. Porque como se escuchó en más de una plaza: mientras haya quien recuerde, habrá futuro.
