Actualidad y Comunidad
El impacto de las nuevas tarifas de luz y gas golpea a hogares y comercios de Palermo
El “sinceramiento” de las tarifas de los servicios públicos, anunciado meses atrás por el Gobierno, ha comenzado a sentirse con toda su fuerza en el bolsillo.

Durante esta semana, los hogares y comercios de Palermo comenzaron a recibir las primeras facturas de luz y gas con los aumentos plenos, generando un fuerte impacto en la economía familiar y una enorme preocupación de cara a los meses más fríos del año.
El sobre con la factura de los servicios públicos se ha convertido en una fuente de angustia. Lo que antes era un gasto más dentro del presupuesto mensual, hoy representa una porción cada vez más significativa y, para muchos, difícil de afrontar. El esquema de quita de subsidios y actualización tarifaria implementado por el Gobierno nacional ha comenzado a reflejarse en las boletas que están llegando a los hogares de Palermo, con aumentos que, en algunos casos, superan el 200% o 300% en comparación con los mismos meses del año anterior. Este sinceramiento de precios, que según el Gobierno es necesario para equilibrar las cuentas del Estado, está generando un fuerte cimbronazo en la economía de las familias y de las pequeñas y medianas empresas del barrio.
Para una familia tipo que vive en un departamento en Palermo, el impacto es directo y contundente. Una factura de electricidad que antes podía rondar una cifra accesible, hoy se ha multiplicado varias veces, incluso con un consumo similar. Esto obliga a una reorganización completa de los gastos del hogar. “La verdad es que nos asustamos cuando vimos la boleta de la luz. Es impagable. Vamos a tener que empezar a cortar otros gastos, quizás alguna actividad de los chicos o las salidas del fin de semana. No queda otra”, relata una vecina de un edificio de la calle Güemes. La mayor preocupación, sin embargo, está puesta en el invierno que se avecina. Con la llegada de las bajas temperaturas, el uso de la calefacción a gas o eléctrica se vuelve indispensable, y el temor a las facturas de los meses de junio, julio y agosto es el principal tema de conversación en las reuniones de consorcio.
Si el impacto es fuerte en los hogares, en los comercios es dramático. Para el sector gastronómico, uno de los motores económicos de Palermo, la energía es un insumo fundamental. Hornos, heladeras, freezers, cocinas y sistemas de climatización funcionan durante largas horas, y un aumento de esta magnitud en las tarifas de luz y gas impacta directamente en su estructura de costos. “Es un golpe durísimo. La tarifa de luz se nos fue por las nubes. Estamos analizando qué hacer. O trasladamos una parte de ese aumento a los precios de la carta, con el riesgo de que la gente deje de venir, o resignamos rentabilidad, que ya viene muy golpeada. Estamos en una encrucijada”, explica el dueño de un restaurante de Palermo Hollywood.
La misma situación enfrentan otros rubros, como las panaderías, las lavanderías o los gimnasios, donde el consumo de energía es intensivo. Este aumento de los costos fijos, en un contexto de consumo que aún no se recupera, pone en una situación de extrema fragilidad a muchas pymes del barrio. El sinceramiento tarifario plantea un escenario de nuevos desafíos económicos. Obliga a los vecinos a una mayor conciencia sobre la eficiencia energética y a los comerciantes, a una gestión de costos aún más precisa y creativa para poder sobrevivir. La energía, un servicio básico, se ha convertido en un factor que puede definir la viabilidad de un proyecto comercial y la salud financiera de una familia en Palermo.
