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El IPC de agosto marcó un 5,3%: La Inflación persiste

El INDEC informó este jueves que la inflación de agosto fue del 5,3%, una cifra que, si bien se mantiene en un dígito, muestra una persistencia que preocupa al mercado y a los consumidores. En Palermo, el dato impacta de lleno en las expectativas para la temporada de primavera, con comercios que lanzan sus nuevas colecciones y una gastronomía que apuesta a los espacios al aire libre.
El INDEC informó este jueves que la inflación de agosto fue del 5,3%, una cifra que, si bien se mantiene en un dígito, muestra una persistencia que preocupa al mercado y a los consumidores. En Palermo, el dato impacta de lleno en las expectativas para la temporada de primavera, con comercios que lanzan sus nuevas colecciones y una gastronomía que apuesta a los espacios al aire libre.
La cifra mensual de inflación se ha convertido en el dato económico más esperado y analizado por los argentinos. Este jueves, el INDEC publicó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto, que se ubicó en un 5,3%. El número, levemente superior al de julio, confirma la existencia de un “piso” inflacionario más alto de lo deseado por el Gobierno y plantea un escenario de desafíos para la segunda mitad del año. Para los comercios y emprendedores de Palermo, que comenzaban a sentir los primeros aires de la temporada de primavera, la noticia es un recordatorio de que la estabilidad de precios es todavía un objetivo lejano y que la recuperación del consumo dependerá de la evolución del poder adquisitivo.
El IPC de agosto estuvo impulsado principalmente por los rubros de “Salud”, por el ajuste en las prepagas, y “Vivienda, agua, electricidad y gas”, donde aún se sienten los efectos de la actualización de tarifas. Sin embargo, un dato que genera particular atención en un barrio como Palermo, es el comportamiento del rubro “Prendas de vestir y calzado”. Con el lanzamiento de las nuevas colecciones de primavera-verano, los precios en las vidrieras de Palermo Soho y los shoppings de la zona han mostrado un ajuste significativo, reflejando tanto los mayores costos de producción como la expectativa de los comerciantes de cara a la nueva temporada.
“La ropa de la nueva temporada viene con aumentos importantes. Tratamos de ser medidos, de absorber una parte, pero los costos de la tela y la confección no paran de subir. El problema es que del otro lado tenés a un cliente que no convalida cualquier precio”, explica la dueña de una boutique de diseño de autor. Esta tensión entre la necesidad de recomponer márgenes y el temor a espantar a una clientela con el bolsillo ajustado es la clave que define al sector comercial en estos momentos. Muchos locales apuestan a las promociones con tarjetas bancarias y a las cuotas como principal herramienta para incentivar las ventas.
En el sector gastronómico, la persistencia de la inflación también genera dolores de cabeza. La puesta a punto de los espacios al aire libre y la renovación de las cartas con platos más frescos y livianos implica una inversión que los dueños de los restaurantes deben analizar con sumo cuidado. “Cada vez que cambiamos la carta tenemos que recalcular todos los costos. La inflación, aunque sea de un dígito, te obliga a estar permanentemente encima de los números.
Un pequeño desfasaje te puede hacer perder toda la rentabilidad del plato”, comenta el encargado de un restaurante en Palermo Hollywood. La estrategia pasa por optimizar al máximo la compra de insumos y reducir el desperdicio. Para los vecinos, la persistencia de la inflación significa que, a pesar de la llegada de la primavera y las ganas de salir, cada gasto debe ser cuidadosamente planificado. La esperanza de una recuperación económica más sólida se enfrenta, mes a mes, con la dura realidad de los números.
