Gastronomía y Bares
Palermo se viste de Patria: El barrio se prepara para un fin de semana largo con locro, tradición y alta actividad turística

En la víspera del 25 de Mayo, Palermo ya palpita el espíritu de la Revolución. Restaurantes y bodegones preparan sus ollas para el tradicional locro, los hoteles registran una alta ocupación por el fin de semana largo y el barrio se prepara para ser el epicentro de las celebraciones no oficiales, combinando la conmemoración patria con una intensa actividad comercial y cultural.
Banderas argentinas que empiezan a decorar los balcones, pizarras en la puerta de los restaurantes que anuncian “Hay locro” y un movimiento turístico más intenso de lo habitual. Este viernes, Palermo ya vive a pleno el clima del fin de semana largo del 25 de Mayo. La conmemoración de la Revolución de 1810 trasciende los actos oficiales y se convierte en una celebración popular, social y, para el barrio, en una de las fechas comerciales más importantes del calendario de otoño. La combinación del feriado puente del viernes y la celebración del sábado ha creado un escenario ideal para una escapada turística y para que los vecinos se vuelquen a las calles a disfrutar de la oferta local.
El gran protagonista gastronómico de la fecha es, sin lugar a dudas, el locro. La preparación de este plato emblemático se convierte en un ritual que une a cocineros y comensales. Desde los bodegones más tradicionales de Palermo Viejo hasta los restaurantes de alta gama de Hollywood, la oferta es amplia y para todos los gustos y bolsillos. Las cocinas trabajan a toda máquina desde la madrugada. “Empezamos a preparar las ollas el jueves. Son cientos de kilos de zapallo, maíz, porotos y carne. Tenemos reservas completas para el almuerzo del sábado y una enorme cantidad de pedidos para llevar. Es una fecha que la gente espera y para nosotros es un clásico que no puede faltar”, explica el chef de una conocida parrilla de la calle Fitz Roy.
La demanda es tal que muchos locales ofrecen la venta anticipada de porciones para asegurarse de que nadie se quede sin su plato patrio. Junto al locro, las empanadas criollas y los pastelitos de membrillo o batata completan el trío de sabores de la revolución.
Este fin de semana largo también representa un importante impulso para el sector hotelero y turístico del barrio. Los hoteles boutique y los apartamentos de alquiler temporal en Palermo registran niveles de ocupación cercanos al 90%, impulsados tanto por turistas del interior del país como por visitantes de países limítrofes, como Uruguay y Brasil, que aprovechan la fecha y el tipo de cambio favorable. Palermo se consolida como la base de operaciones preferida por su combinación de seguridad, oferta gastronómica y comercial, y vida nocturna.
“Tenemos el hotel casi lleno. El perfil es variado: familias del interior que vienen a pasear y a visitar a familiares, y también muchas parejas jóvenes de países vecinos que vienen por un fin de semana de compras y buena comida”, informa la recepcionista de un hotel sobre la calle Thames.
Más allá de la comida y el turismo, el espíritu patrio se manifiesta de otras formas. Aunque el acto central y el Tedeum se realizan en el centro de la ciudad, en Palermo se organizan eventos más pequeños y de carácter local. Algunas plazas y centros culturales barriales suelen ofrecer espectáculos de folklore y actividades para niños. En definitiva, el 25 de Mayo en Palermo es la síntesis perfecta de cómo una fecha histórica se resignifica en el presente: es un momento de recuerdo y orgullo, pero también una excusa para el encuentro social, una oportunidad de negocio y una demostración de la vitalidad de un barrio que sabe celebrar su identidad.
